mario benedetti

Mario Benedetti (Si Dios fuera mujer)

lunes, 21 de abril de 2008

PANDEMONIUM


POESÍA DE PAÚL JEREZ


Tereques

olvidos

recuerdos

preguntas

respuestas

guitarras desafinadas

dezasones sin respuesta

hombres calvos de mente

mujeres a flor de piel

niños cautivos del mundo

mujeres a flor de piel

niños cautivos del mundo

besos censurados

bienvenidas sin pausa

adioses a cada mañana

pájaros enjaulados en la mentira

presos de la injusticia

rabia contenida en los poros

luna menguante

solsticio de madrugada

eclipse de muerte

martini y ron

el perro y el gato

peleas en un ring

periódicos de ayer

mensajes sin retorno

yo, tu, el y ellos

Afrodita y Venus

el presidente y el mendigo

los locos tambien lloran

el sol se parte en dos

el tiempo se rompe en segundos

y yo sin comprender mis lunas

que transcurren

en medias tintas

en trueques de almas

que ladran su muerte.

VERSO OSCURO



POESÍA PAÚL JEREZ

tu piel
es esa vestimenta
que cubren tus huesos
desgastada, palida
y carcomida por los gusanos
de la lujuria,
basta ya de tanta inequidad
de tomarnos el pelo
con el verbo de la santa inquisiciòn,
de mutilar nuestra razon,
azotados de la mano de diós
comiendo la hostia amarga,
en esta procesiòn
de esqueletos negros
en medio de la resuurecciòn del cuerpo
vomitando nuestros propios pecados
besando la mano de luzbel,
los santos inocentes bailan
en medio de una orgia
donde las virgenes
se desnudan al compas del todopoderoso
seremos esa profecia
de la maldita globalizaciòn
de la burgesia de la hipocresia,
en un domingo sangriento
adorando al gobernador del imperialismo
al sicario de los pueblos,
rezando en la misa negra
en un circulo de espinas
principios de lujuria
donde los cuerpos se vuelven uno solo
y las almas se desgarran las vestiduras
para compartir el cielo
con el jinete de tres cabezas
de ojos color candela
conjugando la materia
la energia del placer
que evocan
las santas escrituras
para luego sentarnos
a lado de mefistofeles
se acaba el dìa y
yo sigo sin entender
mañana sera otro dìa.

SABADO NEGRO

POESÍA PAÚL JEREZ

Pronosticos
matices
melodramas
punto aparte
verbo y gracia
camas compartidas
petalos de sangre
caleidoscopio
sexualidad y poder
sadomasoquismo
cyber sexo
telecontrol
telebasura
clonificación
el cristo del terror
psicoreligión
pecados capitales
bajas pasiones
teoría del cuerpo
narcotango
bailando
una música brutal
llegando al climax
de la materia
evolucionando
en las fobias
del cristo pecador.
En un eco de voces jadeantes
la mariposa de hierro
se posa en mis inmadureces
clavado en la cruz del olvido
llorando los llantos fingidos
mientras me ahorco con mi propia palabra
no asisto a mi funeral
recreando mundos de papel;
taciturno y vacio,
embriaguez de la palabra
el anticristo y la rosa
anarquia del cuerpo
la danza del vientre
tambores y demonios,
hipnosis
claro de luna
pinto recuerdos
mientras bebo la sicuta
invoco a los poetas muertos
en un juego macabro
de teoremas y secretos
que emergen de lo alto del paraiso
en esta filosofía del pandemonium
cargando a cuestas los hijos
que nunca tuvimos
en un coqueteo mortal
de miradas ardientes
y deseos perdidos
mientras comemos
de la carne del otro
caminamos como zombies
de esquina en esquina,
se acabaron las palabras
las busco en el cabaret del viejo barrio
viendo pasar a la mina que seduce con su hablar,
el viento revolotea en un mar de ansiedades
vigilante de la masa, que emerge de la nada
el frio asfalto que congela los huesos,
no somos nada
solo un punto negro sobre la pared
esa mancha que ensucia el pavimento,
fobias del mundo de cristal;
el reloj con su tictac
marca las horas
de hombres sin tiempo,
adan y Eva
pecados ajenos
el genesis y el apocalipsis
se viene la tormenta de cruces negras
de blasfemias
en un exodo de caminos rotos
donde dios se asota
con su propio verbo,
la carne que sangra por la herida
donde el hueco es cada vez mas profundo
atrapados en nuestra propia mente,
el hijo prodigo
la resurección de la carne
donde el hombre es victima
de su propia inocencia
encerrados en el claustro
de nuestra propia embriaguez
para alcanzar la luna con nuestars miradas
entre mantos sagrados
cobijarnos con querubines
y angeles negros
bebiendo el vino de ayer
comiendo del duro pan
entre limosnas y riquezas,
el loco se viste de oro
para consagrar los versos del aleluya
y repartir oraciones
en un sabado negro.